
Despacio,
deslíe mis ojos del rayo,
acariciando el trueno,
cercena un segundo
y muerde mis labios.
Sé esclava del tacto
y dueña de mí,
milimetrando los cuerpos,
desnudando mi espejo.
Respira,
siénteme entrar
de camino al suicidio.
Busca mi aliento,
arropa tu sexo
y abraza la muerte.
Te quiero,
los ojos no mienten.
Hola, mira que caí por curiosidad en tu blog(es q el nombre de tu blog es bastante tentador ;) y he leído esto, y me encantó. ¡Felicidades!
ResponderEliminarLore.
Gracias! Me paso por tu blog
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