lunes, 11 de abril de 2011

De nuevo con mi águila y mi serpiente

Hoy anduve tres caminos distintos, guiado únicamente por el instinto y esa fuerza interna del corazón. Al final de cada uno de ellos, por casualidad o causalidad, encontré un asno, animal bien conocido y apreciado por Zarathustra. Mas tan sólo el último, al comprender que ya había aprendido mi leeción diaria, me permitió acercarme sin recelos ni pisotones y acariciar su basto pelaje,  mientras degustaba sus viandas...











4 comentarios:

  1. :)

    la primavera está haciendo estragos...y no sólo en tu pelo...

    beso.

    ResponderEliminar
  2. plas plas plas plas! ole

    Vas aprendiendo lecciones por ahi... ehhh? Así me gusta!

    ResponderEliminar
  3. bloody mary qué le pasa a mi pelo???? Yo no veo nada raro...

    nº 6 cada día aprendo una leeción, no sé si es pretencioso o poco ambicioso, pero el caso es q es una diaria

    ResponderEliminar
  4. Menos mal que podemos aprender lecciones toda la vida, si no, caeríamos una y mil veces en los mismos huecos de ignorancia!

    Un besico.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Creative Commons License
La Caverna de Zarathustra by Albert Peterson is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.
Based on a work at lacavernadezarathustra.blogspot.com.es.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://creativecommons.org/licenses/.