miércoles, 14 de enero de 2009

Caelionicco (Vicus Caecilius)


Finalmente apareció. Caelionico, Vicus Caecilius o Caecilio Vico, el asentamiento vetton, posteriormente mansio romana fue hallado en la tarde de ayer por el grupo de arqueólogos aficionados. Tras el fiasco de la tarde anterior, con las vagas explicaciones del libro “Topoguía de la Ruta de la Plata” del Grupo Ecologista Alagón (editado por AMARU EDICIONES, ISBN: 84-8196-045-4), que cito textualmente:«Atrás, oculto en la montaña, hemos dejado las ruinas de un poblado vetton, posteriormente romanizado, donde algunos historiadores sitúan “Caelionicco”», y la negación de la existencia de ruina alguna por parte de los lugareños, que aseguraban que asentamiento hubo, en algún lugar de esos montes, pero que ruinas, lo que se dice ruinas, no quedaban, no nos dimos por vencido.

A pesar de la lluvia, la niebla y las amenazas de nieve, fáciles de esperar un martes trece de enero, la expedición se llevó a cabo. A las cuatro de la tarde salíamos de Béjar, por la antigua carretera N-630, hasta el cruce de Peñacaballera, donde, más o menos, habíamos concluido debía de estar, si estaba en algún sitio, el dichoso asentamiento. Recorrimos a pie la zona conocida como Casa Adriano o Entrecarreras, donde encontramos numerosa documentación referente a la Vía de la Plata.



Entre ella, y al final de la zona mencionada, encontramos lo siguiente:



Lo más interesante del cartel fue el mapa del que he adjuntado en una imagen detallada:




Del mismo pudimos deducir que nuestro destino se encontraba dentro de una finca particular, delimitada por la línea roja que aparece a la izquierda, a la que debíamos acceder desde la nueva carretera de Peñacaballera, ya que era el camino más corto a las ruinas, que he señalado con un punto verde. Y así lo hicimos. Nada más llegar a la citada carretera nos internamos en la propiedad privada, saltando el muro, donde empezamos a divisar un paisaje como el recuadrado en azul en el cartel anterior cuyo pie de foto reza: “Posible lugar de la Mansio Caecilio Vico”. Avanzando un poco encontramos los primeros restos:




Adjunto también esta visión panorámica del conjunto:



Avanzando de nuevo por un sendero apenas perceptible, y subiendo la loma, puesto que toda la documentación indicaba que se encontraba en un alto, nos encontramos una alambrada tras la cual apareció esta maravilla:



La forma nos recuerda a la de los dólmenes de corredor y responde más a la idea de restos vettones que de romanos, dado el tipo de construcción que solía realizar cada cultura.




En el lado opuesto a la entrada al círculo, siguiendo el diámetro aproximado de la circunferencia se encontraba la roca en la que se me puede ver en la foto siguiente, y en la que os podéis hacer una idea de las dimensiones reales.



La última foto es un detalle del empedrado del interior del círculo, un pequeño trozo del mismo en que el musgo y la vegetación nos han dado tregua para que podamos descartar que el círculo en cuestión fuera simplemente un refugio pastoril, dado que estos nunca se encuentran empedrados, menos aún con la regularidad que este ofrecía.



Primero vino el asombro, después el disfrute y por último la reflexión. ¿Por qué estos restos permanecen ocultos en una finca particular con el conocimiento y, lo que es peor aún, con el consentimiento de la Junta de Castilla y León, que tanto se afana en promover la Vía de la Plata? Estando estos restos, como están, aledaños a la misma, ¿no sería más interesante que se realizara una expropiación, en favor del bien común, y que eminentes arqueólogos realizaran excavaciones para desentrañar los secretos de nuestra historia antigua? ¿No sería mejor que se construyera un aula de interpretación de los restos como ocurre con los de Cáparra, situada pocos kilómetros más al sur, y que la gente pudiera disfrutar de los mismos? ¿Por qué los lugareños no sabían, o afirmaban no saber nada de las ruinas? Acaso las explanaciones y las huellas de máquinas excavadoras que vimos en la misma finca en la que se encontraba el círculo, urbanizable, por cierto, nos hablan de una futura explotación privada del yacimiento. Si esto es así, espero que alguien tome cartas en el asunto cuanto antes, y que no nos roben nuestro patrimonio histórico ya que, en caso de cumplirse mi elucubración, la culpable, la única culpable, sería nuestra querida Junta de Castilla y León.


Más info en: http://furanu.blogspot.com/2009/01/en-busca-de-las-ruinas-perdidas.html

3 comentarios:

  1. Bueno, pues al final el "círculo mágico" resultó no ser una construcción de origen megalítico. Tras ponerme en contacto con el sr. Pablo C. Díaz, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Salamanca, éste me aclaró que el tamaño de la estrucutra en cuestión descartaba el origen megalítico. "Un dolmen con una cámara de esas dimensiones tendría unos
    ortostatos de dimensiones ciclópeas y no aparecería como una superficie limpia, de perfecta simetría". Para aclarar, diré que con ortostatos se refiere a las losas que copondrían la estructura original del dolme.

    Por otro lado, apuntó a que el hecho de que el suelo aparezca empendrado hace pensar en que se trata ni más ni menos que de una ERA, es decir un recinto liso, y a veces empedrado, donde se trillan las mieses, entre otras cosas. Os dejo unos enlaces para que os ilustréis:

    http://www.cult.gva.es/museus/m00073/Setietnum8/Era.htm

    http://www.arquitectuba.com.ar/diccionario-arquitectura-construccion/era-lugar-de-trabajo/

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  2. Siento que no fuese más que eso, me interesa Quinto Cecilio Metelo Pio y su pista me condujo aquí, tras Vicus Caecilia. De todas maneras Gracias

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