A menudo he tratado de solapar en mis entrañas
La dulce paz que dormita tras las criptas
Con demasiada frecuencia he sucumbido
Al terror de los recuerdos
Y al reloj que los habita
Mas la llave sigue ardiendo
Con el fulgor de una cerilla
En esa hora silenciosa
Que precede a la alboraba
Al terror de los recuerdos?
ResponderEliminarPuede haber algun que otro que nos haga caer en las sombras que dan miedo, pero todo lo que es recuerdo, pasado, deberia ser punto de partida para algo bueno, para no repetir lo mismo...
Me gusta,
Un abrazo,
Facu.
Así, mas, a veces el recuerdo es sombrío y traumático, y hay que exorcizarlo para que no se apodere de nosotros...
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